Nusch, el gran amor del poeta.

Nusch Éluard, nacida Maria Benz el 21 de junio de 1906 en Mulhouse, en una Alsacia anexionada al Imperio alemán, y fallecida el 28 de noviembre de 1946 en París, se convirtió en agosto de 1934 en la segunda esposa de Paul Éluard.

Nacida en un circo ambulante, supuestamente fue la ayudante de un ilusionista y actuó en teatros; posó para postales eróticas y también para Man Ray. Nusch apareció asimismo en teatros de vanguardia de Berlín, interpretando a Strindberg. El 21 de mayo de 1930, en los Grandes Bulevares de París, se fijaron en ella dos paseantes: René Char y Paul Éluard. Nusch era indiscutiblemente una mujer pobre, que escribía el francés con dificultad, al no ser su lengua materna. No seguiremos aquí las biografías que, de acuerdo con la versión de André Thirion (Révolutionnaires sans révolution, 1972,) la presentaban como una joven de escasa virtud.

“Nusch fue la salvación de Paul Éluard en un momento de abandono extremo”, escribió el poeta Luc Decaunes, que fue su primer yerno y siguió siendo su amigo (Paul Éluard: L'amour, la révolte, le rêve, 1982).

Se puede leer en varias biografías que Paul Éluard había ofrecido a su mujer Nusch (el sobrenombre viene del alemán “Nuss”, que significa “nuez”, pero evoca también “nüscht“, que significa "nada“) a su amigo Picasso. Se dice que a Éluard le atraían los tríos amorosos: ya había compartido a principios de los años 1920 a su primera esposa, Gala, con Max Ernst. Esta versión no está en absoluto demostrada, si bien es evidente que Picasso quería mucho a Nusch, como atestigua la pose amistosa en las fotografías de las estancias del matrimonio Éluard en el sur de Francia. Hasta la guerra, Nusch y Paul pasaban las vacaciones de verano con Picasso, quien la llamaba cariñosamente “Sopa de cebolla”.

Picasso produjo al menos 17 retratos de Nusch a partir de 1936. Si bien el rostro clásico de la joven fue sometido a la inquietante interpretación del artista en la etapa inmediatamente anterior a la guerra (como en el retrato de la colección Berggruen, Nusch Éluard, 1937, lápiz y carbón sobre lienzo, 55 x 46 cm, Staatliche Museen zu Berlin, Nationalgalerie, Museum Berggruen), su visión evolucionó rápidamente. El retrato de 1941 está pintado en un estilo casi naíf, como si el artista quisiera reafirmar la existencia del individuo en el contexto de la deshumanización de la guerra (Retrato de Nusch Éluard (Madame Éluard), París, 19 de agosto de 1941, óleo sobre lienzo, 73 x 60 cm, Centre Pompidou). En un dibujo de 1941, conservado en el Art Institute of Chicago, Nusch aparece elegante, tranquila y pacífica.

A partir de 1942, los Éluard entraron en la clandestinidad, viviendo principalmente en Vézelay, en casa de Yvonne y Christian Zervos, y luego en Lozère.

La brutal muerte de su mujer en 1946 por una hemorragia cerebral dejó destrozado no solo a Éluard, sino también a Picasso, que bien podría haber hecho suyo este hermoso grito de Éluard:

”Veintiocho de noviembre de mil novecientos cuarenta y seis.
No envejeceremos juntos.
Este ya es un día
de más: el tiempo se desborda.
Mi amor tan ligero pesa como un suplicio”.

Paul Éluard (Le temps déborde, 1947)

Picasso, Nusch, 1941.
Retrato de Nusch, 1941, París, Centro Georges Pompidou, Museo Nacional de Arte Moderno.